Hola amigos!
Seguimos con nuestra serie de posts relacionados con el emprendimiento, tema que a muchos les apasiona, pero que también les aterra. Pero te digo algo, ya no tiene por que darte miedo pensar en emprender un proyecto propio porque creeme, ya lo has hecho antes, y si, has triunfado. Como dije en el post pasado, emprender no está únicamente relacionado con negocios, con crear y registrar una empresa, emprender está ligado principalmente a la capacidad de un emprendedor de iniciar algo, a hacer una tarea u operación y culminarla o a ver una oportunidad y aprovecharla para generar una serie de beneficios para el mismo, sean tangibles e intangibles, No todo es negocio, pudieramos decir que es vida. Por que digo que ya lo has hecho antes? porque si culminaste la secundaria, la universidad, si hiciste una torta y la vendiste, si bateaste un hit y llegaste a primera base, si entonces emprendiste un proyecto, realizaste una operación, y la culminaste. Eres emprendedor. Y si aún estás en ese proceso, también eres emprendedor. Insisto, no solo es negocios.
En este orden de ideas, si analizamos a fondo lo previamente escrito, hay un punto clave que evaluar: todo comienza con una IDEA. Y la idea es uno de los tres factores que entran en juego cuando se habla de emprender un proyecto, los cuales los detallo a continuación:
En este post, hablaremos de la IDEA. La idea es una representación mental, un PENSAMIENTO, una visión que tengas o que hayas tenido respecto a algo. En el campo del emprendimiento, la IDEA está relacionada con un punto B en el que quisieras llegar saliendo del punto A. Ahora bien, tienes que iniciar un emprendimiento con cualquier idea que se te ocurra a la mente? la respuesta es NO. Lo primero y mas importante que debes hacer es tener claro que tendrás miles de ideas, pero no todas serán útiles, por lo que debes aprender a discriminar tus pensamientos en pro de una efectiva toma de decisiones. Si eres contador público, no sabes pegar ni un botón, pero tu idea es iniciar un negocio de confección de trajes de baño, tendrás que evaluar varias cosas, empezando por el hecho de que si usas una aguja, puedes terminar con una curita o una venda en las manos.
No me malinterpretes, no estoy diciendo que no seas ambicioso, si aún quieres confeccionar trajes de baño sin saber pegar un botón, hazlo, pero no te será muy fácil a menos que tengas un pulmón financiero de tal magnitud que te permita contratar a unos modistas o unos sastres, y una cualidad peculiar de los emprendedores es que sus recursos son limitados o en oportunidades, nulos (de esto hablaremos en el siguiente post). El punto es que lo más recomendable que te respondas dos preguntas sencillas:
¿Qué se hacer?
¿Que me apasiona hacer?
Para que tengas un emprendimiento exitoso, mi recomendación es que ambas respuestas deberían estar concatenadas, lo que sabes hacer debería apasionarte a un grado tal de querer aferrarte a eso, y solo eso. Esto ligado con la IDEA que tengas, puede darte un panorama mas claro de en que basar tu emprendimiento. Si insistes en cofeccionar trajes de baño por que es tu pasión, mi consejo es que antes al menos tengas una preparación en el área de la costura, corte, confección, diseño de modas, etc, Puedes hacer un curso, o un taller, o cursar una carrera universitaria ligada a ese tema, ya que eso potenciará tu emprendimiento, de lo contrario, avanzar será muy cuesta arriba, lo que puede derivar en frustaciones y molestias que hagan que te retires.
Bien, hasta acá esta primera parte de este post. En nuestro siguiente post cerraremos el tema de la IDEA, y podrás centrarte en ella e identificar si es la mejor ruta para emprender o no.
NO TE DESANIMES SI LO QUE TE APASIONA NO ESTA LIGADO A LO QUE SABES HACER, usa esa pasión para aprender sobre ello, para no rendirte y para ser resiliente ante esa dificultad. Por cierto como va ese inventario de sueños FACEFEAR? Si ya lo tienes hecho, excelente, si no, comienza a hacerlo, será combustible fundamental para iniciar este camino que estará lleno de éxitos!
Nos vemos en el próximo post.
Lic. Jesús Pacheco